Desde 1907, Van Cleef & Arpels celebra la primavera con sus flores inspiradas en especies reconocibles o imaginarias.
Desde su creación, la Maison se ha inspirado en las flores, cuya ligereza y fina vitalidad ha recreado a través de las joyas. A través de una minuciosa observación de las proporciones y los colores de la naturaleza, Van Cleef & Arpels captura la gracia de estas maravillas que se renuevan una y otra vez.
Los artesanos combinan la artesanía joyera con piedras excepcionales para realzar la belleza de las flores. Rubíes, esmeraldas, zafiros de color, turmalinas y nácar embellecen los ramos y las corolas. Pasee por su jardín encantado, una auténtica maravilla para la mirada.
Las flores de Van Cleef & Arpels se declinan en cientos de formas y variaciones. Realistas o estilizadas, florecen sobre el escote, el cabello o la mano.
Van Cleef & Arpels se inspira en dos fuentes muy valiosas, la naturaleza y la Alta Costura e imagina flores cuyos contornos están dibujados por un hilo de oro. Así, el clip Silhouette se despliega con ligereza. La intensidad de los diamantes, rubíes o zafiros se ve realzada por los reflejos del oro pulido a espejo. Esta creación, que combina estilo y movimiento, también inspiró a la Maison para crear la colección Flowerlace, cuyos motivos, llenos de vitalidad, parecen recrear la flexibilidad de una cinta preciosa.
Siempre cautivada por la vitalidad de la naturaleza, Van Cleef & Arpels captura la elegancia de las flores a través de composiciones resplandecientes de generosas proporciones. En los años 30, las joyas Passe-Partout y los clips Bouquet presentaron preciosas corolas decoradas con hojas en oro. Esta estética se perpetúa hasta nuestros días con la colección Fleurs d'Hawaï. Las creaciones de joyería y relojería presentan cinco variedades de piedras preciosas, evocando una naturaleza bañada por la luz del sol.
La suerte está a la vista
