En la tradición de excelencia de Van Cleef & Arpels, la Maison escoge sus diamantes a través de un proceso de selección doble. Todas las piedras seleccionadas en la primera fase cumplen con los cuatro criterios reconocidos internacionalmente sobre la calidad de los diamantes. Esta fase, que permite una evaluación objetiva de la calidad, se lleva a cabo junto con una observación profundizada por parte de los expertos gemólogos de Van Cleef & Arpels.

Más allá de los criterios científicos, analizan los diamantes desde la perspectiva exigente y el estilo individual de la Maison, prestando una atención especial a la belleza y el carácter de la piedra: la calidad espiritual que distingue una gema entre las demás. De esta manera, Van Cleef & Arpels es una de las escasas Maisons que ofrece diamantes con una extraordinaria calidad, tanto para sus piedras centrales como para los pavés.

Descubra el brillo de nuestros diamantes

Las piedras de color, que confieren una luz resplandeciente a las creaciones, se seleccionan cuidadosamente por los maestros gemólogos de la Maison. Su estudio de los rubíes, zafiros y esmeraldas comienza con una rigurosa evaluación de la intensidad del color, que exige un matiz audaz y consistente. También tienen en cuenta la belleza y el brillo vital de su esencia, así como la pureza y la calidad de la talla de cada gema.

Al igual que las piedras preciosas y finas, las piedras ornamentales se someten a una evaluación exhaustiva. El departamento de piedras selecciona meticulosamente los matices más vibrantes, que van del rojo intenso al naranja brillante para la cornalina, del azul claro al intenso para la turquesa, y un negro rico e intenso para el ónice. Además, la Maison trabaja para conseguir el máximo nivel de pulido en cada piedra, realzando así su belleza inherente.

Los artesanos de la Maison trabajan y subliman las excepcionales piedras seleccionadas por Van Cleef & Arpels para dar vida a creaciones atemporales.