Esta selección, con más de 100 creaciones de su Colección patrimonial y casi 50 documentos de archivo, muestra la búsqueda constante de la Maison para dar movimiento a los materiales preciosos. La exposición, como una panorámica de la creatividad de Van Cleef & Arpels, muestra piezas emblemáticas, nuevas adquisiciones y creaciones que han reflejado la evolución del estilo de vida a lo largo de las décadas. El recorrido del visitante se divide en cuatro temas: odisea de la humanidad, naturaleza viva, elegancia y movimientos abstractos.

El espíritu aventurero de finales de la era moderna, seguido de la era industrial del siglo XIX, dio lugar a máquinas cada vez más sofisticadas para explorar el mundo. Desde su fundación en 1906, Van Cleef & Arpels ha utilizado sus creaciones para acompañar esa audaz odisea humana que es la pasión por viajar.

Esta idea de movimiento se amplió para incluir representaciones del cuerpo humano en movimiento: el ritmo de sus posturas, la belleza de sus curvas, sus saltos vertiginosos. Al ritmo de tutús de piedras preciosas o de lentejuelas doradas, las bailarinas han animado el universo de la Maison desde 1941.

Las creaciones de Van Cleef & Arpels inspiradas en la flora y la fauna, ya sean figurativas o estilizadas, son un reflejo de su amor por la naturaleza. Los pájaros con delicados plumajes surcan el cielo y brindan su gracia a quien los lleva.

Las plumas de diamantes flotan en la brisa y se posan sobre los hombros, mientras que las flores brotan en las solapas de las chaquetas y en los vestidos. Con sus flores preciosas y repletas de color, los ramos de la década de 1940 parecen recién recogidos. Fielmente representados, los animales que adornan los clips, collares y pulseras parecen capturados en movimiento.

Esta polvera de 1950 demuestra el gusto constante de Maison por la creación de accesorios preciosos. Su forma evoca una flor, una fuente de inspiración que Van Cleef & Arpels atesora desde su fundación. Esta pieza también evoca el estilo artístico rococó que se desarrolló durante el siglo XVIII en Francia, tanto en los motivos arabescos que la adornan como en la técnica de guilloché empleada para crearlos. Este savoir-faire consiste en el grabado de líneas rectas o curvas sobre la superficie metálica de una pieza.

Desde su fundación en 1906 en la plaza Vendôme de París, Van Cleef & Arpels se ha inspirado en el mundo de la Alta Costura, como un homenaje a su lugar de origen. Una de las particularidades de estas joyas es su capacidad de transformarse para adaptarse a diferentes estilos.

Los motivos inspirados en la pasamanería dan lugar a piezas que evocan los movimientos del cuerpo. Con lazos y cintas, ilustran también la feminidad renacida de la posguerra. Las joyas que imitan el tejido de sarga o la cuerda, ejemplos por antonomasia de flexibilidad, se amoldan perfectamente a las siluetas femeninas.

La Maison, que ha seguido con atención los movimientos artísticos del siglo XX, los ha interpretado de forma original, jugando con las formas y los materiales. De las líneas depuradas y redondeadas inspiradas en el modernismo a la magia cinética de los años 60, Van Cleef & Arpels siempre ha jugado con la mirada del espectador.

Para exponer este singular conjunto de creaciones, la escenografía evoca el tema del movimiento. En la entrada, para dar la bienvenida, una cinta mate en movimiento toma la forma de una flor etérea. Inspirado en el clip silueta de Flor de 1937, esta anamorfosis se despliega para guiar a los visitantes en su recorrido por la exposición.