A principios de los años 1930, las "Carreras del tren azul" estaban de moda entre los aficionados del mundo del motor. Los conductores más experimentados competían en velocidad contra el legendario Train Bleu, un tren expreso nocturno de lujo que circulaba entre Calais y Cannes, recorriendo las estaciones balnearias de la Riviera francesa. En 1931, Woolf Barnato, presidente de Bentley y ganador de las 24 horas de Le Mans de 1928 a 1930, aceptó el reto de competir con el Train Bleu en su recorrido de Cannes a Calais. No solo ganó su apuesta, sino que incluso llegó a Inglaterra antes de que el tren llegara a Calais. 

Para celebrar esta hazaña, encargó a Van Cleef & Arpels la creación de una polvera para su esposa. La pieza ilustra esta veloz y emocionante disputa en un impresionante cuadro en altorrelieve. En él aparece un Bentley de esmeraldas que recorre la carretera, junto a un elegante tren engastado con zafiros que circula sobre raíles de diamantes. Del tren se desprende una nube de precioso vapor que realza la vitalidad de la escena.