Piedras

Ónice

El ónice es una de las piedras ornamentales más deseadas en la joyería: con su fina textura y su rico e intenso color negro, ha destacado como una gema muy apreciada desde la Antigüedad, y estuvo particularmente de moda en el campo de la joyería desde finales de la década de 1910. Van Cleef & Arpels utiliza el tinte negro del ónice para realzar el brillo de los diamantes y el resplandor del oro, en particular en las colecciones Alhambra® y Rose de Noël™.

    Dibujo del clip Dame masquée, colección Le Secret, Van Cleef & Arpels

    Dibujo del clip Dame masquée

    Colección Le Secret

    Clip Dame masquée, oro blanco, espinelas negras, ónice, diamantes, colección Le Secret, Van Cleef & Arpels

    Clip Dame masquée, oro blanco, espinelas negras, ónice, diamantes, colección Le Secret

La Maison selecciona piedras con una textura fina y homogénea. El pulido realza el brillo de esta piedra, de modo que la superficie refleja la luz como un espejo. Para sus creaciones, Van Cleef & Arpels selecciona cuidadosamente piedras extremadamente puras en tonos intensos y uniformes. Los lapidarios suelen armonizar los colores del ónice utilizando técnicas específicas para proporcionar matices consistentes.

El ónice es una piedra relativamente resistente y de fácil mantenimiento, que se puede llevar a diario. No obstante, para preservar íntegra su belleza a largo plazo, le brindamos las siguientes recomendaciones.

 

Para conservar el lustre de la piedra es recomendable guardarla en un estuche forrado de tela, de modo que quede separada de otras joyas que puedan rayarla. Asimismo, conviene quitarse la joya a la hora de practicar actividades deportivas, para evitar impactos que puedan estropearla.

 

Los productos químicos pueden decolorar el ónice y hacer que pierda intensidad. Por lo tanto, conviene evitar que entre en contacto directo con sustancias como perfume, crema o gel hidroalcohólico. Puede limpiar la gema con agua jabonosa y un cepillo suave, y secarla con un paño igualmente suave.