Desde sus orígenes, la Maison ha trasladado la gracia de las flores a las creaciones joyeras y relojeras, cultivando un estilo realmente distintivo. Sus archivos mencionan, por ejemplo, un broche Daisy que data de 1907. La mirada de Van Cleef & Arpels nunca ha dejado de recurrir a esta fuente de inspiración, expresándola mediante un sinfín de estéticas que reflejan su gusto a través de los tiempos. Con pequeñas flores o ramos, interpretaciones estilizadas o figurativas, desde creaciones históricas hasta colecciones contemporáneas creadas en una amplia paleta de piedras y savoir-faire, el jardín onírico de la Maison rebosa vida.